Nuevo Gobierno: Cambio y Fuera

El Informe de la Consultora Zorraquin + Meneses da cuenta del inicio de cambio de época a nivel nacional con un modelo de país que desembarca en la Casa Rosada antagónico al que se venia desarrollando

Actualidad 29/11/2023 Camponoticias Camponoticias

CR

Cambio y fuera, uno llega y otro se va. Todo cambió y nada cambió. Luego de un intenso año de elecciones, todo terminó. Hubo un ganador: Milei. Hubo un perdedor: Massa, más todo lo que representaba. En términos simplistas, perdió la continuidad y ganó el cambio. Pero todos sabemos que el cambio no es una foto sino un proceso y que por ahora la realidad es la misma. Una realidad que muestra una economía destrozada, donde el gobierno saliente se tomó hasta el agua de los floreros, vaciando las cajas actuales y futuras en su intento por ser reelecto.

Con un escenario social precario, luego de 20 años de intentar inocular en la población el concepto de que “donde hay una necesidad hay un derecho”, como si los recursos fueran infinitos. El cambio será cultural o no será. Milei obviamente es una incógnita, tanto en sus capacidades como en su personalidad, que iremos develando con el paso de los días. No estamos acostumbrados a que un presidente electo diga “no hay más plata”. Mensaje sencillo de entender en una familia o en una empresa, donde “si no hay plata” se toman decisiones incómodas, dolorosas, no deseadas, pero se toman. Mensaje imposible de entender en la política, donde parte del negocio consiste en dar la idea (falsa) de que existe la posibilidad de un bienestar permanente para todos y con poco esfuerzo.

Tenemos, una vez más, la posibilidad de modificar el rumbo, de hacer algo distinto, de innovar. Existe la ventaja de que todos sabemos que el modelo populista actual no funcionó, no es opción viable, y ejemplos sobran. Entonces…¿por qué no intentar el cambio? Y ese cambio, guste o no, se hace con la política, con “la casta”. Pero con modos distintos y con personas que demuestren profesionalismo, compromiso con el país y una brutal honestidad. Y con una mayoría ciudadana dispuesta a aceptar que se viene un tiempo de cambio, una transición, que será compleja. Si la paciencia social no aparece, el cambio quedará rengo. Porque hay muchos actores que hoy son parte de la política, de los gremios, de los movimientos sociales, del sector empresario y de algunas corporaciones, que verán afectados sus intereses. Y no sólo sus intereses ideológicos sino también económicos. Por lo tanto, habrá resistencia. La democracia deberá usar todos sus anticuerpos para aceptar el cambio. No estamos ante un hito fundacional del país sino ante una posibilidad. Un poco de humildad y de saber que Argentina está formada por personas con miradas diversas, dará a los gobernantes la convicción y la templanza de evitar una mirada única, de gobernar para todos. Vale la pena intentarlo. Una vez más.

La pesada herencia

Es habitual que cuando asume un nuevo gobierno, al poco tiempo trata de explicar la realidad atribuyendo la culpa a las condiciones en las que recibió el país. Lo que los ciudadanos pretendemos al cambiar de gobierno es que vengan equipos dispuestos justamente a solucionar los problemas de la “pesada herencia”, y no a que la usen para explicar sus fracasos. Esto no quita que es conveniente repasar y tener en cuenta el estado actual de la economía, porque eso da una idea de la magnitud de los cambios a realizar y, en algunos casos, de los fuertes condicionamientos para poder realizarlos.

A partir de una presentación del economista Esteban Domecq, resumimos algunos indicadores que describen la herencia que deja el gobierno saliente..

Déficit Fiscal Primario de 3% del PBI y total superando el 5%.
Tarifas de servicios públicos atrasadas; impuestos que se adelantaron y muchas partidas de gasto que aumentaron en los últimos meses.Un gasto público gigante, ineficiente y deficitario.
Deuda del gobierno superando los U$S 400.000 millones, en máximo histórico, con el Riesgo País superando 2.400 puntos básicos, el mercado externo completamente cerrado y el mercado interno saturado con deuda doméstica toda indexada. Sin ningún tipo de financiamiento…
Inflación mensual de dos dígitos y anual de 140%, con los precios relativos distorsionados y una inercia inflacionaria del 300% anualizada. 
Tasa de interés de política monetaria en 133% , con pasivos remunerados (Leliqs y Pases) superando los $ 23 billones, y que ya superan el 10% del PBI. 
Un Banco Central quebrado, con reservas negativas en U$S 12.000 M, con el mercado de cambios lleno de cepos, múltiples tipos de cambio, brecha superando 150% y el tipo de cambio oficial fuertemente atrasado.
Balanza comercial deficitaria, con más de U$S 55.000 millones de deuda de importadores con proveedores del exterior.
Pobreza superando el 40% y en franco aumento, con más del 60% de los niños pobres y la indigencia que ya llega a 10% de la población. 
Sobre este escenario se debe gestionar. Para bien y para mal.

La macro en la micro
Todos esperando una devaluación y la aparición de un único dólar para exportar e importar. Las estrategias tomadas por las empresas en los últimos meses están basadas sobre ese supuesto, buscando sostener sus activos refugiados ante este potencial escenario. Todos esperando un pico inflacionario aún mayor, lo que hace que las empresas que pueden gasten los pesos con rapidez, aún adelantando pagos y postergando ventas. Todos sabiendo que la influencia de lo que suceda en la macro tendrá efectos y consecuencias en la micro superior al efecto positivo o negativo que tengan las propias decisiones internas. Y todos, de una u otra manera, escuchando que el presidente electo promete generar condiciones favorables para el agro, definiéndolo además como un sector estratégico para el país.

En este tipo de escenarios en general la principal respuesta positiva la tiene la agricultura y algunas economías regionales que tengan gran componente de exportación. Y el beneficio llega más tarde, a veces demasiado, para actividades como la ganadería, la lechería y todos los que dependen en gran medida del mercado interno. Todo indica que no hay margen para mucho gradualismo y que los dirigentes que asumen creen que la solución arranca con un shock, o sea que el verano será movido. Difícil saber cuánto durará esta transición hasta que las variables relativas se acomoden, por lo que es probable que las decisiones de fondo o los impactos positivos puedan verse recién bien entrado el año 2024. Y va a depender de si el crédito bancario vuelve a orientarse al sector productivo con tasas de interés a la baja, mientras se va desarmando “la bola de Leliqs y Pases”, volviendo a potenciar proyectos del sector privado. Hoy los bancos, si bien están fuertes en liquidez, tienen activos muy sujetos al riesgo estatal, con muchos bonos soberanos en sus activos y con el Banco Central como principal destino de su flujo de pesos. Mucho por ver todavía. La expectativa cambió, la realidad todavía no.

El mundo en llamas
Hay dos grandes conflictos que hoy marcan la agenda del mundo, y no necesariamente condicionando los mercados. El primero es algo de lo que ya se habla menos que es la guerra producto de la invasión de Rusia a Ucrania. Un conflicto que sigue debido a la enorme resistencia que Ucrania ha ofrecido para defenderse. Un David contra Goliat que sigue sorprendiendo, debido a que el poderío militar ruso hacía pensar en una guerra breve. Y el segundo es el conflicto generado por el brutal ataque del grupo terrorista Hamas al Estado de Israel, mostrando imágenes intolerables de salvajismo y maldad, generando la lógica reacción defensiva. Con civiles secuestrados, entre los cuales hay veintiún argentinos. Una tragedia. Desde nuestra óptica su desenlace mostrará si el mundo libre y occidental puede defenderse ante ataques irracionales. Obviamente esto genera, y seguirá generando, condicionamientos y distorsiones en el precio y la logística de abastecimiento de los alimentos y la energía en el mundo. Pero lo realmente importante no es eso.

Lluvias desparejas

Las lluvias caídas muestran escenarios desparejos. Una amplia región, que va del sudoeste a parte del oeste de la provincia de Buenos Aires, sumado a algunas partes de Córdoba, Santa Fe y el NEA, siguen con escasez y condicionando el cierre de la cosecha fina y la implantación y desarrollo de la gruesa. En zona núcleo, zona del litoral y centro y sudeste de Buenos Aires, las precipitaciones han acomodado mucho las reservas de humedad del suelo. La producción forrajera ha acompañado linealmente el exceso o faltante de humedad, siendo esta una primavera donde el pasto en cantidad no ha sido lo habitual. Un indicador es la menor producción de trigo esperada y el estado regular de los rodeos de cría en algunas regiones. El Niño, como factor generador de lluvias por encima del promedio, todavía no se expresó en plenitud.

En que andan las empresas
El escenario en las empresas es complejo y dinámico. Complejo porque sigue la indefinición de variables importantes para ir destrabando las importaciones y las ventas de granos. El martes, luego del balotaje, se pasó del dólar fernet (70/30), al dólar fifty fifty (50/50) para las exportaciones, mientras el dólar de importación se mantuvo en USD350. Obviamente quienes tenían granos deseaban vender y con ese dinero cancelar deudas o comprar “algo” en pesos (por ejemplo insumos), lo que generó que el precio del disponible en los granos baje y no refleje plenamente esa “mejora”. Y, con cierta lógica, las empresas de insumos no dejaron cancelar deuda futura salvo la que vencía en el plazo acordado, además que la compra al contado tenía un sobreprecio y si se buscaba un precio razonable sólo era en canje a cosecha gruesa, donde en teoría las cosas deberían estar normalizadas. Sin saber mucho qué se define como normal. Toda esta inconsistencia lo único que hizo es distorsionar precios de compra y de venta, y tener que gastar tiempo y energía en algo que debería ser habitual. No ayuda a nada ni a nadie. Mientras, las empresas de insumos y fertilizantes por el momento siguen con el mismo esquema del informe anterior, es decir sin que les habiliten las SIRA.

Y dinámico porque comenzó la cosecha de trigo y cebada y eso hace que las empresas se enfoquen en lo “físico”. Lo mismo ocurre con los que tienen animales gordos para vender y los venían reteniendo. Lo que hace recordar que, pase lo que pase, el ciclo biológico no sabe de elecciones, candidatos y economía (por suerte), pero obliga a preguntarse… ¿Qué hago con la cosecha? La mayoría de las empresas realizaron muy pocas ventas anticipadas y ahora se preguntan hasta cuándo tendrán que esperar para vender su mercadería. La lógica indica que será después del 10 de diciembre Y lo mismo con las ventas ganaderas, imposibles de retener mucho más tiempo. Pero ¿cuánto más, hasta que se tomen las medidas y se vea y analice la repercusión de las misma? ¿cuándo se normalizará la importación de insumos y fertilizantes? No lo sabemos. Demasiadas incógnitas.

El negocio agricola
El mercado de granos local no solo está divorciado de internacional, sino que además estuvo paralizado. La combinación de baja producción de la campaña 22/23 y la duda sobre quién ganaba el balotaje generaron este efecto. No hay granos y el que todavía tiene algo se aferra a ellos hasta saber qué va a pasar. Esto está afectando seriamente, entre otros sectores, al complejo sojero que se estima posee un 73% de su capacidad ociosa, cifra nada menor, y también al sector de los alimentos para animales.  En cuanto a la cosecha de trigo, lleva un 27% de avance, y las estimaciones al momento indican una cosecha cercana a los 14,7 millones de toneladas, 2,5 millones más que el año pasado pero casi dos millones menos que la expectativa al inicio de campaña. No hay mucho por hacer, esperar parece ser la consigna.

Nuevo Secretario de Agricultura
Por el momento se menciona a Fernando Vilella como posible Secretario de Agricultura. Decimos por el momento dado que el mismo Ing. Vilella condiciona inicialmente su participación a quien será el Ministro de Economía, dado que considera importante que la política agropecuaria esté alineada a la política económica, y si así no fuera, no cree posible generar la confianza necesaria en el sector como para afrontar el esfuerzo que se le pedirá al campo. Si bien parece casi un hecho su nombramiento, en los últimos días corrió el rumor de que el aliado circunstancial de Milei, el PRO, deseaba introducir algún nombre en dicha secretaría y, teniendo en cuenta los movimientos que hubo y habrá de personas en teoría designadas para distintos cargos, habrá que esperar hasta el 10 de diciembre para confirmar si resulta el secretario designado. Para quienes no lo conocen, el Ing Villella es el creador de la frase “Vaca viva vs. Vaca muerta”, frase que sintetiza su idea de desarrollo del sector.

Negocio ganadero
Complicado momento para tomar decisiones de largo plazo para la ganadería. Se suman varios factores. Por un lado la expectativa de una devaluación del dólar oficial, lo que habitualmente genera una pérdida en el valor y los precios reales de la hacienda, con el agregado de un fuerte aumento esperado de costos de producción (suplementos, combustibles, insumos, arrendamientos). O sea que en el corto plazo la expectativa tiende a ser mala. A su vez, si estas correcciones de la macroeconomía funcionan, tenderá a recuperarse a mediano plazo la capacidad de compra del consumidor argentino, pero además si hay un único tipo de cambio y un cierre de la brecha cambiaria, se pondrá más competitiva la exportación de carnes. O sea que a mediano plazo las expectativas mejoran. Esto se da en un marco donde durante el 2023 ha caído levemente el stock vacuno (en parte por la sequía) y además cayó la oferta de novillos y vacas al mercado, aumentando la oferta de animales más livianos (vaquillonas y novillitos). O sea, menos oferta actual y menos oferta esperada a partir de febrero. Y esto tanto en animales gordos como en terneros de invernada. Entonces es de esperar que ante una oferta algo menor y una demanda algo mayor los precios tengan una fuerte recomposición en términos reales.

¿Esto es pronóstico? De ninguna manera, es sólo una tendencia esperada. Hacer pronósticos en este escenario es fácil, lo difícil es que se cumplan. El precio del novillo actual está en el orden de los 1000 $/kilo y sostenido, mientras que el precio del ternero se mueve entre los 1200 y 1400 $/kilo, en una época donde no abunda la oferta de invernada. Obviamente con esa relación de compra/venta arriba de 1,30 y un maíz que copiará la devaluación, el negocio del feed lot es más que vidrioso hoy en día. Los corrales todavía están bastante llenos y empiezan a vaciarse en diciembre/enero. Ahí empieza otro partido. La cría presenta precio de vientres preñados que van de los $300.000 a los $550.000, con una demanda moderada por parte de los compradores. Si se da el escenario descrito, en el 2024 deberíamos ver que el valor de los vientres se mantenga competitivo. Para un negocio biológico lento como es la ganadería, las distorsiones y cambios abruptos de variables no suelen ser buena noticia. Pero en este caso, si esos cambios llevan la economía a un sendero de mayor normalidad, estas noticias pueden ser alentadoras. (CampoNoticias)

Te puede interesar
unnamed - 2024-03-21T072625.406

En CAME, gobernadores crearon una agencia patagónica de desarrollo

Camponoticias
Actualidad 18/03/2024

En la sede de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), gobernadores patagónicos realizaron la segunda reunión del Tratado de la Patagonia con el objeto de poner en marcha al Consejo Patagónico de Desarrollo Económico y crear la Agencia de Promoción de Desarrollo del Comercio Exterior de la Patagonia

Lo más visto